Nuestra imagen se crea a partir de todos los elementos de comunicación que nos rodean, cómo vestimos, hablamos, miramos, escribimos, gesticulamos, actuamos, habilidades y destrezas. Todo esto se debe combinar de forma coherente para lograr una comunicación persuasiva. Sólo la gente «sanamente ambiciosa» puede obtener resultados éticos y duraderos cuando se vende a sí mismo. […]